Mundología

Ideas para dar anillo y dar el sí durante un viaje

febrero 6, 2013

El mes de febrero es uno de los más populares para dar anillo de compromiso, pero no siempre tiene que ser de la manera más tradicional, también se puede hacer de una manera divertida, espontánea y mejor aún, a solas durante algún viaje. Aquí te pasamos algunas ideas para ese día tan especial.

En esta ocasión decidí publicar la versión en español y en inglés, para que las parejas que participaron en este artículo, puedan compartir su historia con familiares y amigos y sobre todo para que no se pierda la esencia de cómo contaron ellos su historia.

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Sorpresa en Berlín

Por Gwen González

Mi compromiso con David Noel Salazar no es lo que la mayoría de las chicas llamarían romántico. Quiero decir, pudo haber sido…sucedió en Berlín un día después de Navidad…

En resumen, me estaba secando el cabello en el baño del hotel cuando David entró y exclamó: ¡YA NO AGUANTO MÁS!

Yo me quedé un poco confundida…¿quería usar el baño? ¿estaba a punto de vomitar? habíamos viajado durante 9 horas en avión.

Él salió disparado y me dejó con una gran expresión de asombro, aquellos que me conocen saben que soy muy expresiva. Cuando regresó al baño, comenzó a contarme toda nuestra historia desde que empezamos juntos…yo seguía con la misma expresión de asombro…le respondí “David, amor, no tienes que contarme, yo estuve ahí también ¿qué sucede? Entonces sacó la caja azul y dijo: “Ahí…tómalo, ¡no puedo tener eso más tiempo en mi mochila!”.

Y esa es la historia de cómo nos comprometimos.

Original version in English

My engagement to David Noel Salazar was not what most girls call romantic. I mean, it could be…it did happen in Berlin the day after Christmas…but just keep on reading.

To summarize, I was blowdrying my hair at the hotel’s bathroom when David came in and blurted…I CANT HOLD IT ANYMORE! I was a little confused…did he have to use the toilet? Was he about to throw up? We had been traveling for 9 hours in a plane.

He stumps out. If you know me, you know I’m full of facial expressions… so I had a surprised face. He comes back into the bathroom and starts recapping our entire life together… more of a surprised face… I reply, David, love, you dont need to recap…I was there too, what is going on? So then he just hands me the blue box and says, “There…just take it! I cant have that in my backpack anymore!” And that was that… the story of how we got engaged.

Sarah Benichov y Richard Williams la noche del compromiso en Islas Caimán. Foto © Sarah Benichov

Islas Caimán el lugar ideal para proponer matrimonio
Por Richard Williams

Sarah y yo nos conocimos en Nueva York. La conocí a través del trabajo, ya que la agencia para la que ella trabajaba, hacía seguido presentaciones en nuestra empresa. Pero no fue hasta que nos encontramos una noche en la terraza de un bar (con muchas cervezas encima), que tuve el valor de invitarla a salir.

Empezamos a salir en Nueva York y pronto tuvimos nuestro primer viaje juntos a Islas Turcas y Caicos y después a Playa del Carmen en México. Siempre disfrutamos las vacaciones en la playa –haciendo esnórquel, bebiendo Coronas y comiendo fuera cada noche-, así que me resultó lógico que el Caribe sería un buen lugar para proponerle matrimonio.

Decidí que las Islas Caimán sería el lugar. Llegué a Nueva York unos días antes y busqué anillos en toda la 5ta Avenida durante dos días, hasta que finalmente me armé de valor y di el dinero.

El siguiente problema fue: ¿cómo viajo a las Islas Caimán con el anillo sin que ella lo vea y sin que yo lo pierda?

Al final el anillo estuvo cinco días en el bolsillo de mi chaqueta, recé porque nadie se lo fuera a robar…ni siquiera pude utilizar la caja de seguridad del hotel, ¡ya que Sarah había guardado sus lentes de sol ahí!

Finalmente llegó el día de la propuesta. Primero llamé a su padre, quien al no reconocer el número me colgó tres veces, hasta que me maldijo a la cuarta llamada y ahí pude finalmente explicarle que era yo el que estaba llamando. Después de obtener su bendición, fui por la botella de champán. Al atardecer, le dije a Sarah que fuéramos a la playa a celebrar su reciente mudanza a Inglaterra (se acababa de mudar a UK conmigo). Cuando se metió el sol, abrimos la botella de champán, saqué el anillo de mi bolsillo, me hinqué con mis pantalones blancos que quedaban ajustados y le propuse matrimonio. ¡Y Dijo que sí!

Cenamos en un muy buen restaurante en la playa y nos relajamos por completo, sabiendo que ahora el anillo estaba a salvo en su dedo y que ya no tendría que estar escondido en la chaqueta en el cuarto del hotel.

Original version in English

Sarah and I met in NYC. I actually knew Sarah originally through work as the agency she worked at would often come and present at our company. But it wasn’t until we bumped into each other at a rooftop bar one night (with a lot of beers flowing) that I had the courage to ask her out.

We started dating in NYC and soon had our first holiday together in Turks and Caicos followed by another in Playa del Carmen, Mexico. We always enjoyed the beach vacations – snorkelling, drinking coronas and eating out every night -so it made sense for me that the Caribbean would be as good a place as any to ask her to marry me. So I decided that the Cayman Islands would be the place!

I arrived in NYC a few days before and shopped 5th avenue for rings running up and down the street for 2 days until I finally plucked up the courage and splashed the cash. Next problem – how do I get the ring to the Cayman Islands without her seeing it and me losing it!? In the end the ring spent 5 precarious days in my coat pocket where I prayed that no one would steal it… I couldn’t even use the hotel safe as Sarah had her sunglasses in there!

Finally came the day of the proposal. First I called her dad who didn’t recognize my number and hung up on me 3 times before finally cursing me out the 4th time I rang until I could finally explain that it was me on the phone! After finally getting his blessing, I went to get the champagne. As the sun set, I told Sarah that we should go to the beach to celebrate her move to England (she had just moved to the UK). As the sun set, we popped the champagne and then I got the ring out of my pocket and on bended sandy, knee in an overly tight pair of white pants, proposed. (She said yes)! We had dinner at a great restaurant by the beach and we fully relaxed knowing the ring was safely on her finger and no longer stuffed in my coat pocket at the hotel room!

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Mi historia en Ronda

Por Silvia Lucero

Desde que inicié este blog, les he compartido parte de mi vida, así que ahora les comparto uno de los viajes más bonitos que he hecho: el de mi compromiso. En marzo de 2006, aún vivíamos en Nueva York y Patrick me invitó a una boda a Marbella, la cual coincidía con mi cumpleaños. Fue un viaje relámpago, llegamos a España el viernes muy cansados, él me dejó en la habitación del hotel porque iba a saludar a la familia del novio, que también es de Bélgica y se desapareció el resto de la tarde. Aunque me pareció mal plan que no me llevara, estaba tan cansada que me quedé dormida –siempre me afecta mucho el jet lag-. Cuando desperté me di cuenta que Patrick había bebido algunas copas, “es que brindamos con champán” me dijo.

Al día siguiente era la boda y era mi cumpleaños, me felicitó sin prestarme mucha atención y me dijo que era el día especial de la novia, no el mío, que ya celebraríamos después, lo cual me pareció medio duro, pero pensé, bueno voy a disfrutar la boda y el viaje y regresando a Nueva York ya hablaré seriamente con él. Ese día no me dio regalo de cumpleaños sólo me dijo que al día siguiente me tenía una sorpresa.

El domingo me llevó a Ronda, un pueblo precioso en la Sierra malagueña (quien iba a decir que años más tarde viviríamos en Málaga), nos quedamos en un hotel muy romántico, pero él seguía muy extraño. De repente quiso abrir una botella de vino y me dio una cajita de chocolates belgas, yo que soy súper antojada, le dije “no gracias, ahorita no se me antojan” y el insistía en que por favor comiera un chocolate. Después de tanto insistir abrí la caja y ahí estaba el anillo de compromiso en medio de dos chocolatitos de corazones.

Obviamente los novios y sus familias sabían que ese fin de semana, Patrick me iba a proponer matrimonio, hasta le habían dado recomendaciones sobre Ronda y el viernes desapareció porque la familia del novio llevaba el anillo que me había mandado diseñar en Amberes.

English version

Since I started this blog, I have shared part of my life with you, so now I share one of the most beautiful trips I have done: my engagement. In March 2006, when we were still living in New York, Patrick invited me to a wedding in Marbella, which coincided with my birthday. It was a quick trip, we arrived to Spain on a Friday, very tired, and he left me in the hotel room to greet the groom’s family (also from Belgium) and disappeared for the rest of the afternoon. Although I felt bad that he didn’t take me with him, I was so tired that I fell asleep; the jet lag always affects me a lot. When I woke up, I noticed that Patrick had drunken some glasses, “we celebrated with champagne” he told me.

The next day was the wedding and also my birthday. He congratulated me without paying too much attention to me and said it was the bride’s special day, not mine, and that we would celebrate later, which I thought was a bit rude, but I said to myself, let’s enjoy the wedding and back in New York, I’ll talk with him seriously. That day, he didn’t give me a birthday present and told me that the next day, he would have a surprise for me.

On Sunday, he took me to Ronda, a beautiful village in the mountains of Malaga (who would have thought that years later we would live in Malaga). We stayed in a very romantic hotel, but Patrick was still very strange. Suddenly, he wanted to open a bottle of wine and gave me a box of Belgian chocolates. Although I always crave for chocolates, I said “no thanks, not right now”, but he insisted that I would please eat a chocolate. After a lot of insisting, I opened the box and there was the engagement ring between two chocolates shaped in the form of hearts.

Obviously, the couple and their families knew that Patrick would propose that weekend; they even gave him recommendations about Ronda. The reason why he suddenly disappeared on Friday was because the groom’s family brought him the ring from Belgium as he had it being designed in Antwerp.
Gwen, David, Richard y Sarah ¡gracias por compartir su historia en La Trotamundos!

¿Quieres compartir la tuya? Escríbeme a silvia.lucero@me.com

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