Recorriendo el norte de España, al conducir por Asturias llegamos a este pequeño pueblo de pescadores, que de inmediato nos enamoró con sus casas llenas de color, enclavadas en la montaña y al lado del mar Cantábrico.
Aunque Cudillero es pequeño, tiene algunos miradores y sobre todo playas muy bonitas como la Playa del Silencio, que es impresionante, aunque sea temporada de invierno, vale la pena ir a verla.
Este lugar también es recomendable para comer marisco y pescado, nosotros comimos en el restaurante Sidrería El Patrón, que aunque no estaba en la plaza principal, se veía “más local” y tenía platillos deliciosos y a precios asequibles, por ejemplo el menú del día costaba 10 euros, como éramos dos, pudimos probar más cosas como fabada, sopa de mariscos, merluza a la sidra y bacalao en salsa.
Si viajan a Asturias, les recomiendo visitar Cudillero, ya que es uno de esos lugares mágicos que se quedarán en la memoria.
Mejor les muestro algunas fotos:
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