Colaboraciones

Cómo viajar con niños pequeños

febrero 13, 2014

Varias mamás trotamundos comparten contigo sus consejos y experiencias, para que no dejes de conocer el mundo y disfrutes tus viajes con tus hijos.

Mamá viajera: Soraya Moctezuma
Bebé trotamundos: Emma Villarreal Moctezuma 
Próximo viaje: China

Lo primero que tengo que decir de esto es que no es difícil, es padrísimo viajar con bebés porque te das cuenta de cómo descubren cada situación, cómo se estimulan y cómo disfrutan a su manera el viaje. Claro que para esto es importante que los papás se relajen y no les trasmitan a sus hijos estrés para que el viaje sea agradable para todos (incluyendo los pasajeros) que son los primeros en asustarse cuando entras a un avión con un bebé, a mí me ha pasado que les ves la cara de “no puede ser” pero al final del viaje te comentan “estuvo muy bien” y es cuando pienso cual será mi siguiente viaje con mi hija :-).

Mis tips:
Mi primer viaje con mi hija fue en carretera, fueron 12 horas, pero lo hicimos en dos etapas. Ella tenía 1 mes de nacida, por eso decidí que el avión no era la mejor opción, la verdad fue más fácil porque a esa edad los bebés duermen mucho y sólo era cuestión de parar cada 3 horas a darle de comer la cambiábamos y se volvía a dormir.

A los 3 meses fue su primer viaje en avión. Mi mayor preocupación eran los oídos al despegar y que se me enfermara por eso de los virus en los aviones, me prepare así: me lleve un kit de medicinas con todo lo posible que le podía pasar. Para los oídos en el avión cuando despegas y cuando aterrizas le puedes dar de comer o su chupón para que no les duelan. También puedes organizarte con el horario de su comida para que coma cuando esté despegando el avión y hasta se quedan dormidos.

Otra cosa que me preocupaba cuando viaje con ella en avión, era que tenía que llevar más equipaje del normal, pero las aerolíneas no te cobran exceso con las cosas que llevas para el bebé, como asientos para el auto o carreolas.

Siempre que he viajado me llevo mi carreola grande, es incómodo para mi cargarla, pero es cómodo para ella porque duerme bien y no se pone necia en el viaje. Cuando la carreola grande nos impide entrar a un lugar, lo que hacemos es cargarla en una cangurera que es súper necesaria para los viajes y muy cómoda para cargar a los bebés. También es necesario un cambiador para utilizarlo en los baños, tanto del avión como de cualquier lugar público. Una cobija mediana y un atuendo de tres piezas por si le da calor o frío, para que sea fácil cambiar al bebé sin que tengas que ir al baño.

A los 6 meses volvimos a viajar en avión, lo diferente aquí fue que la llevamos a un juego de fútbol. Teníamos miedo, pero no lo dejamos de hacer. El estadio tenía medidas de seguridad, pero lo que nos preocupaba era la gente y los gritos de festejo, la verdad no pasó nada fuera de lo común, hasta lo disfrutó porque la gente le festejaba todo lo que hacía, así que ella feliz.

Su viaje más largo ha sido a España. Hicimos 2 escalas, para mí eso fue bueno porque todos descansamos, le dimos de comer, la cambiamos y a seguir con el viaje. Iba de 8 meses de edad. Las películas todavía no fueron de gran ayuda porque no les hacía mucho caso, lo que nos llevamos fueron mordederas y juguetes pequeños. Como íbamos 4 adultos, teníamos la ventaja de acostarla en nuestros brazos para que fuera más cómoda y sin cansarnos.

El cambio de horario sí nos afectó a todos, también a ella. Lo que hice fue no dejarla dormir durante el primer día, como andábamos conociendo, ella también estaba entretenida y pudimos lograr que no durmiera durante el día y se adaptó al cambio. Lo más difícil en estos casos no es el sueño, sino cambiarles el horario de la comida, porque a veces comen de noche o de día según el tiempo local pero igual, la alimentas durante el día y si te pide en la noche por instinto, le das agua para engañar a su estomaguito y que no cambie tan drástico los hábitos.

De igual forma cuando regresamos a casa sí fue pesado adaptar el horario de siempre, pero no imposible creo que duré una semana (al igual que nosotros los adultos).

En cuanto a la pañalera te preparas con lo normal: pañales, toallitas, 2 cambios de ropa, cobijas, comida y juguetes pequeños. La leche en polvo, la llevo conmigo arriba, en el avión, por si la maleta se retrasa o se pierde, que la comida esté segura.

Un tip para las teteras (biberones) que a mí me faltó hacer, es empezar a utilizar las que tienen bolsitas, porque yo tuve que viajar con esterilizador los primeros 6 meses y es grande e incómodo. Como empecé a darle las teteras normales, cuando quise cambiárselas, ya no quiso porque las mamilas eran diferentes. Ya cuando comen papillas hay unas bolsitas de frutas y vegetales para las primeras tres etapas de comida, que tienen como una pipeta padrísima para que ellos le succionen como si fuera tetera, así te evitas la cuchara, que se ensucien y ellos mismos se las comen.

En conclusión yo he disfrutado muchísimo los viajes con mi hija, vives los viajes de otra manera redescubres con ellos, les ayudas a que empiecen a comportarse bien entre adultos y lo más importante que nunca olvidarás esas maravillosas experiencias compartidas.

(**Soraya es hija de un pediatra que le ha ayudado bastante con recomendaciones para sus viajes).

Emma Regina con su papá Fernando Villarreal en la Plaza Mayor de Madrid. Foto © Soraya Moctezuma
Emma Regina con su papá Fernando Villarreal en la Plaza Mayor de Madrid. Foto © Soraya Moctezuma

Mamá viajera: Vanessa Orozco Castillo
Bebés trotamundos: Max y Salma Schumacher Orozco
Próximo viaje: Costa Rica

Yo empecé a viajar con mis hijos desde que tenían 2 meses. Hemos recorrido lugares desde Hawai hasta Alemania. A sus cortas edades (3 y 1) han visitado más de 50 ciudades en 10 países del mundo.

Mis tips son:
Primero que nada hay que ir bien preparados en el vuelo para cualquier contratiempo con: comida (de preferencia algo sano, ya que en los aeropuertos generalmente hay pura comida chatarra de la cual seguro comerán bastante), medicina (Tylenol para el dolor y Árnica para los golpes fuertes son más que suficiente en la mayoría de las ocasiones), un cambio de ropa (tanto para el niño como para los padres por aquello de los “accidentes”), libros (su preferido y uno nuevo), 2 juguetes pequeños y el mejor amigo de los niños y –de los padres-, el ¡¡¡IPAD!!!

Siempre que despeguen o aterricen denles el biberón o el chupón para que se les destapen sus oídos y no les duelan. Y lo que más les aconsejaría a los padres es siempre tener mucha paciencia, no estresarse porque el niño está haciendo mucho ruido, porque no quiere dormir o comer, o por los comentarios o caras de los viajeros.

Max Schumacher listo para uno de sus múltiples viajes por el mundo. Foto © Vanessa Orozco Castillo
Max Schumacher listo para uno de sus múltiples viajes por el mundo. Foto © Vanessa Orozco Castillo

Mamá viajera y bloguera: Luciana Lamberto
Hijas trotamundos: Emma y Anna Kelley Lamberto
Visita su blog aquí: www.mamasurbanas.wordpress.com

Mis consejos son: 

Para vuelos largos: intentar durante el día no dejarlos dormir mucho, así llegan cansados al avión, cansados pero no fastidiosos

No darles de comer nada pesado o diferente antes de volar, para que no les caiga mal la comida.

Llevar snacks para los vuelos, casi siempre sirven poca comida y los chicos piden para comer.

Llevar un cambio de ropa, si se mojan o se les cae la comida, que suele ocurrir, es importante que tengan como cambiarse.

Mantenerlos hidratados (agua, no jugo), y hacerlos caminar un poco si el vuelo es largo.

Ir con mucha paciencia, con ropa cómoda.

Si tienen un iPad o tableta, llevarla cargada con muchas aplicaciones para chicos, o películas, porque a veces los aviones solo tienen una película infantil y quizá los chicos ya la vieron.

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