Italia

Un encuentro con la historia en Pompeya y el Vesubio

noviembre 5, 2014

Es difícil recorrer las ruinas de Pompeya e imaginarse que en el mismo sitio donde hoy caminas entre una ola de turistas, se haya encontrado hace siglos una ciudad esplendorosa a donde viajaban los romanos adinerados y que de un momento a otro haya quedado sepultada bajo las cenizas tras la erupción del volcán Vesubio.

Por su cercanía al mar era un destino turístico que llegó a tener unos 20,000 habitantes. Había restaurantes, teatro, mansiones, plazas, mercados, panaderías, termas y burdeles. Pero la erupción del volcán Vesubio el 24 de agosto del año 79 d.C., enterró las ciudades de Pompeya, Herculano y Stabias bajo ceniza volcánica, dejando unas 2000 personas muertas. La mayoría de los habitantes alcanzó a huir porque antes de la erupción, se habían registrado varios terremotos.

Lo más impactante es que dicen que una nube de cenizas oscureció las ciudades, para después cubrirlas con una capa que habría medido entre 4 a 7 metros de grosor, que endureció y cubrió todo. La ciudad quedó enterrada, pero muchos de sus restos se conservaron casi intactos. De hecho puedes apreciar aún la arquitectura de algunos edificios, frescos en las paredes y hasta cuerpos petrificados.

La ciudad duró escondida durante siglos, hasta 1748 cuando comenzaron las excavaciones. Desde entonces se han hallado muchos restos y desenterrado 45 hectáreas, pero aún queda por excavar.

Resulta verdaderamente impresionante recorrer las ruinas, escuchar la historia y ver el Vesubio al fondo, silencioso, como un testigo importante y culpable de la historia trágica de la ciudad.

Subir al cráter del Vesubio
Obviamente no nos íbamos a quedar con las ganas de subir hasta el cráter del famoso volcán. Para eso tuvimos que conducir al Parque Nacional del Vesubio, subir a la cima en coche y caminar por un sendero bastante fácil, durante unos 20 minutos hasta el cráter.

El volcán, mide 1281 metros de altura, ha estado tranquilo desde 1944, pero eso no significa que no haya riesgo, sobre todo porque a sus faldas viven más de 700,000 personas y en toda la ciudad unos 3 millones, lo que significa que si hiciera erupción de nuevo, podría ser una catástrofe.

Aunque por el momento los habitantes, no se inmutan y mejor sacan provecho de la tierra fértil del volcán para producir vinos como el Lacryma Christi, miel, tomates y otros frutos con denominación de origen y sobre todo deliciosos.

Información útil para tu viaje

Cómo llegar al sitio arqueológico
Nosotros alquilamos coche en Roma y como pasamos unos días en Nápoles, manejamos hasta el sitio arqueológico. Traer auto te da más libertad, pero manejar en Nápoles es una locura. Tienes que tomar la A3 Nápoles-Salerno, con la salida de ‘Ercolano’.

Si prefieres relajarte, no sufrir, ni estresarte con los conductores italianos (sorry italianos, pero el que haya conducido allá me entenderá), puedes tomar el tren a Nápoles (en caso que te encuentres en otra ciudad) y luego la línea Circumvesuviana y bajar en la parada de ‘Ercolano’.

Horarios
1 de abril – octubre 31: de 8:30 a 19:30 (última admisión a las 18:00)
1 de noviembre – 31 de marzo: de 8:30 a 17:00 (última admisión a las 15:30)

Precios
Adultos 11 euros
Sólo para visitar Herculano
Adultos 20 euros
Visita combinada Pompeya, Herculano, Oplontis, Stabia y Boscoreale

Más información aquí

Para subir al volcán Vesubio
En coche hay que tomar la autopista A3 Nápoles – Salerno y salir en ‘Ercolano’ o Torre del Greco y seguir las señales rumbo al Parque Nacional del Vesubio.

Si no llevas auto, puedes tomar un taxi al monte o un autobús turístico desde la estación de tren.

Horarios
9:00 a 14:00 hrs.

Precios
6.50 euros
Más información aquí

Cuerpos petrificados en urnas de cristal. Foto © Patrick Mreyen
Se cree que las víctimas murieron por las altas temperaturas, entre 300 y 600 grados. Ahí puedes ver dos cuerpos en urnas de cristal. Atrás se pueden apreciar súper bien los frescos. Foto © Patrick Mreyen
Se cree que las víctimas murieron por las altas temperaturas, entre 300 y 600 grados. Foto © Patrick Mreyen
Las cenizas cubrieron los cuerpos y los arqueólogos cubrieron los huecos con yeso. Foto © Patrick Mreyen
Foto © Patrick Mreyen
Foto © Patrick Mreyen
La visita a este sitio arqueológico es impresionante. Foto © Patrick Mreyen
La visita a este sitio arqueológico es impresionante. Foto © Patrick Mreyen
Una panadería. Foto © Patrick Mreyen
Una panadería. Foto © Patrick Mreyen
Puedes entrar a lo que era un burdel. Foto © Patrick Mreyen
Puedes entrar a lo que era un burdel. Foto © Patrick Mreyen
En las paredes se conservan los frescos eróticos. Foto © Patrick Mreyen
En las paredes se conservan los frescos eróticos. Foto © Patrick Mreyen
Baños de Pompeya. Foto © Patrick Mreyen
Baños de Pompeya. Foto © Patrick Mreyen
Baños. Foto © Patrick Mreyen
Baños. Foto © Patrick Mreyen
Los detalles del techo aún se pueden apreciar. Foto © Patrick Mreyen
Los detalles del techo aún se pueden apreciar. Foto © Patrick Mreyen
Restos de esculturas y columnas nos dan una idea de cómo era Pompeya. Foto © Patrick Mreyen
Restos de esculturas y columnas nos dan una idea de cómo era Pompeya. Foto © Patrick Mreyen
Foto © Patrick Mreyen
Foto © Patrick Mreyen
Al fondo se alcanza a ver el volcán Vesubio, el gran destructor. Foto © Patrick Mreyen
Al fondo se alcanza a ver el volcán Vesubio, el gran destructor. Foto © Patrick Mreyen
Teatro de Pompeya. Foto © Patrick Mreyen
Teatro de Pompeya. Foto © Patrick Mreyen
Casa del Fauno. Foto © Patrick Mreyen
Casa del Fauno. Foto © Patrick Mreyen
Arriba en el cráter del volcán Vesubio. Foto © Patrick Mreyen
Arriba en el cráter del volcán Vesubio. Foto © Patrick Mreyen

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Para cuestiones editoriales escríbeme a silvia.lucero@latrotamundos.com.