Cuba

Cienfuegos ¿cómo es la ‘Perla del Sur’?

mayo 27, 2016

La tercera ciudad que visitamos en Cuba fue Cienfuegos. En un principio habíamos considerado excluirla del plan porque no teníamos tanto tiempo, pero leímos cosas tan positivas, especialmente en Lonely Planet, que decidimos quedarnos una noche. ¿Qué nos pareció? ¿Valió la pena sacrificar otros lugares?

Toda ciudad tiene su encanto y Cienfuegos tiene el suyo. Tiene edificios bonitos, el Paseo del Prado y una callecita empedrada que va del Palacio de Gobierno hasta el mar y es bastante pintoresca (me recordó a Campeche).

Calle en Cienfuegos. Foto © Silvia Lucero
Calle en Cienfuegos. Foto © Silvia Lucero

Como leímos que era una ciudad Patrimonio de la Humanidad, que la llaman la ‘Perla del Sur’, que conservaba su aire francés, decidimos que podíamos quedarnos ahí en nuestro camino de Viñales a Trinidad. Lo que implicaba sacrificar el Mausoleo del Che en Santa Clara (independientemente de cualquier ideología, me interesaba verlo como parte de la historia, así como vi el de Lenin cuando fui a Moscú).

La verdad me parecieron algo exageradas las recomendaciones, en especial la de Lonely Planet, que es la guía con la que siempre viajamos. Creo que es una ciudad que en realidad pudimos haber visto en pocas horas.

Arco del Triunfo de Cienfuegos. Foto © Silvia Lucero
Arco del Triunfo de Cienfuegos. Foto © Silvia Lucero

¿Cómo llegamos?

Fue un largo viaje desde Viñales. Tal como lo hicimos antes, nos fuimos en un taxi compartido, que primero nos llevó a las afueras de La Habana y ahí cambiamos a otro taxi que nos llevó hasta Cienfuegos. Fueron unas 7 horas de viaje, pero con el calor es un poco más pesado.

Una casa de novela

Nuevamente elegimos muy bien la casa donde nos hospedamos Casa Verde, muy bien ubicada, muy limpia; una especie de mansión antigua muy bonita, que hasta conservaba el piso original de los años 20. La familia fue muy amable, desayunamos en una terraza enorme, mientras el dueño- muy simpático-, nos contaba anécdotas y nos ponía música mexicana y cubana. Por cierto, desde su terraza se alcanzaba a ver un poco el segundo crucero que llegó de Estados Unidos a Cuba.

En la sala de la casa, junto a nuestra habitación. Foto © Patrick Mreyen
En la sala de la casa, junto a nuestra habitación. Foto © Patrick Mreyen
Terraza donde desayunamos en Casa Verde. Foto © Silvia Lucero
Terraza donde desayunamos en Casa Verde. Foto © Silvia Lucero
La familia de Casa Verde que nos recibió. Foto © Silvia Lucero
La familia de Casa Verde que nos recibió. Foto © Silvia Lucero

¿Qué vimos en Cienfuegos?

Nuestra casa estaba a la vuelta del Paseo del Prado y muy cerca del parque José Martí, así que nos fuimos caminando hasta el parque (o plaza), que tiene en el centro una estatua de José Martí y está rodeado de los edificios más bellos y emblemáticos de la ciudad.

Portal en el Paseo del Prado. Foto © Silvia Lucero
Portal en el Paseo del Prado. Foto © Silvia Lucero
La plaza es enorme y está rodeada de los edificios más representativos de Cienfuegos. Foto © Silvia Lucero
El parque es enorme y está rodeado de los edificios más representativos de Cienfuegos. Foto © Silvia Lucero
Palacio de Gobierno. Foto © Patrick Mreyen
Palacio de Gobierno. Foto © Patrick Mreyen
Colegio San Lorenzo. Foto © Silvia Lucero
Colegio San Lorenzo. Foto © Silvia Lucero
Teatro Tomás Terry. Foto © Silvia Lucero
Teatro Tomás Terry. Foto © Silvia Lucero

Ahí nos sentamos en la terraza del café El Palatino a comer unos sándwiches y tomar unas cervezas heladas porque hacía un calor insoportable.

El Palatino. Foto © Silvia Lucero
El Palatino. Foto © Silvia Lucero

Pero con todo y el calorón fuimos valientes y caminamos desde el centro hasta Punta Gorda. Recorrimos todo el paseo de El Prado, pasando por mansiones, el Club Cienfuegos y el Palacio del Valle, un palacio estilo mudéjar precioso.

Frente al malecón. Foto © Patrick Mreyen
Frente al malecón. Foto © Patrick Mreyen
Club de Cienfuegos. Foto © Silvia Lucero
Club de Cienfuegos. Foto © Silvia Lucero
Palacio de Valle, un edificio precioso estilo mudéjar. Foto © Silvia Lucero
Palacio de Valle, un edificio bellísimo estilo mudéjar. Foto © Silvia Lucero

Antes de regresarnos nos tomamos unos minutos de descanso, para beber unas cervezas al lado del mar, en un lugar que a pesar de estar frente a un hotel, era bastante local.

Break necesario para una cerveza. Foto © Silvia Lucero
Break necesario para una cerveza. Foto © Silvia Lucero
Patrick, el más feliz probando las cervezas de Cuba. Foto © Silvia Lucero
Patrick, el más feliz probando las cervezas de Cuba. Foto © Silvia Lucero

En la noche cenamos delicioso en el paladar Aché, muy turístico, pero eso no le quita lo bueno. El lugar estaba súper lindo, tenía excelente servicio y súper bien de precio, por ejemplo mi plato (lomo asado al carbón) tenía la opción de repetir cuantas veces quisiera, por solo 10 CUC. Los mojitos también eran ilimitados.

Paladar Aché, donde cenamos delicioso. Foto © Silvia Lucero
Paladar Aché, donde cenamos delicioso. Foto © Silvia Lucero
Pedimos pescado y lomo asado al carbón, todo delicioso. Foto © Patrick Mreyen
Pedimos pescado y lomo asado al carbón, todo delicioso. Foto © Patrick Mreyen

No es que la ciudad no valga la pena, yo soy de las que cree que todo lugar tiene su encanto y sí es bonita (aunque creo que es más fotogénica), pero si tienes pocos días para viajar por Cuba, tal vez al leer y ver las fotos, te sirva para tomar la decisión más apropiada.

Hospedaje
Hostal Casa Verde
Email: babycasaverde3709@gmail.com
Precio por habitación doble: 25 CUC
Precio por desayuno: 5 CUC por persona

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